Relato de esposa del presidente de Haití desmiente versión difundida por Semana y otros medios colombianos

Un mensaje grabado por la esposa del presidente Jovenel Moïse, asesinado por un grupo de mercenarios, desmiente totalmente una versión difundida por Semana, El Tiempo y otros medios colombianos.
Dicha versión establece que los colombianos terminaron siendo usados como chivos expiatorios para tratar de tapar a los verdaderos responsables de este magnicidio.
También se afirma que los exmilitares llegaron a Haití gracias a una oferta laboral para prestarle seguridad al presidente Jovenel Moïse, quien sabía que lo iban a matar y no estaba confiando en nadie. Esta versión señala que los colombianos llegaron al lugar después de que el presidente fue asesinado y habrían auxiliado a su esposa Martine, a sus hijos y les habrían salvado la vida.
No obstante Martine Moïse, en un audio grabado desde un hospital en Miami contradice esta versión, pues asegura que «los mercenarios que mataron al presidente están en la cárcel».
El mensaje integró dice lo siguiente:
Mis hermanos y hermanas haitianos: Les saludo. Soy Martine Moïse, quien les está hablando. Estoy viva, gracias a Dios, pero mi esposo está muerto. Más de 25 años él y yo hemos vivido juntos, más de 25 años el amor ha estado reinando entre nosotros, en nuestra familia.
De repente, mercenarios entraron a mi casa y acribillaron a mi esposo. Yo siempre he sabido, desde cuando Jovenel [Moïse] decidió entrar a la política, que él no iba a ser solo para mí sino para todo el pueblo.
Este acto de asesinato me entristece a mí y a mis hijos. Yo sé que ustedes están llorando también. Este acto de asesinato es un acto horrible, un acto sin nombre, porque una persona debe ser más que un asesino, criminal, para asesinar al presidente Jovenel sin dar la oportunidad de pronunciar ni una última palabra.
Sabemos todos contra quién el presidente estaba luchando. Enviaron mercenarios a matar al presidente en su casa, por razones que ya sabemos, por lo que quería hacer en el país: modernizar el país, electrificarlo y demás, referéndum en el fin de este año, entre otras cosas.
Ellos lo mandaron a asesinar para que no se dé la transición. El presidente siempre ha creído en la estabilidad y la institucionalidad; como él siempre decía, la estabilidad es el primero de los bienes públicos.
En el día de hoy algunos de estos mercenarios que mataron al presidente están en la cárcel, pero hay otros que quieren asesinarlo nuevamente: quieren matar el sueño que él tenía, quieren asesinar la visión que el presidente tenía para el país.
25 años de matrimonio, 25 de amores, en una sola noche mercenarios quitaron la vida a mi esposo. Las lágrimas nunca van a secar en mis ojos, mi corazón estará siempre herido, pero no podemos dejar que maten al presidente por una segunda vez.
Estoy llorando ciertamente, pero no podamos dejar al país sin rumbo. A mi marido y al presidente, que ustedes quieren mucho, lo mataron. Estoy aguantando el peso de esta tragedia, la batalla que él hacía no era su batalla, sino la batalla para ustedes. Y debemos continuar la lucha.