Así lavaban dinero empresario, narco y Partido Nacional

Evidencias recabadas de los procesos judiciales en los Estados Unidos dejan al descubierto el esquema criminal de lavado de dinero con el que narcos, empresarios y políticos vinculados al Partido Nacional, lavaron millones de sus actividades ilícitas.
El empresario que participó en esta asociación criminal es Fuad Jarufe Larach, fundador y propietario de Grupo Jarufe, y gran contribuyente financiero del Partido Nacional.
Grupo Jarufe está compuesto por tres grandes empresas arroceras: Graneros Nacionales, S.A.( GRANSA), Arroz y Derivados, S.A. (ARDESA) y Agrícola Monterrey, S.A. (AGRIMONSA).
La empresa Graneros Nacionales S.A. fue la primera en fundarse en la ciudad de Choloma y en sus oficinas solían llevarse a cabo reuniones de mafiosos de altos vuelos.
Uno de ellos era el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien operó un narcolaboratorio con otro narco llamado Melvin Sanders, produciendo aproximadamente 200 a 300 kilogramos de cocaína por mes.
Según documentos, Fuentes Ramírez tenía una relación de larga data con Fuad Jarufe Larach y su empresa Graneros Nacionales, la cual utilizó para lavar las ganancias del tráfico de drogas.
Periódicamente entre 2004 y 2015, Fuentes Ramírez entregó grandes cantidades de dinero a empleados de Graneros Nacionales, quienes, siguiendo las instrucciones de Fuad Jarufe Larach, depositaron el dinero en cuentas bancarias a nombre de la empresa. Luego Fuentes Ramírez recibía cheques de Fuad Jarufe Larach.
Parte de ese dinero de la droga también fue a parar a las arcas del Partido Nacional y aquí es donde entra en juego Juan Orlando Hernández, quien iba a recoger las «contribuciones» personalmente a las oficinas de Graneros Nacionales.
En varias ocasiones, Juan Orlando Hernández recibió cheques de Graneros Nacionales bajo la dirección de Fuad Jarufe Larach, por la cantidad aproximada de 250.000 lempiras en cada ocasión.
En este momento (finales del 2013), Hernández buscaba ser elegido presidente de Honduras como miembro del Partido Nacional de Honduras.
En esos días, Juan Orlando Hernández y otros políticos del Partido Nacional realizaban una masiva campaña política con la inyección de grandes cantidades de dinero de la droga.
Alrededor de este tiempo, Hernández sostuvo dos reuniones en Graneros Nacionales con Fuentes Ramírez, quien le entregó decenas de miles de dólares a cambio de una promesa continua de protección del escrutinio policial y el apoyo militar de sus actividades de tráfico de drogas.
A cambio de los sobornos, Hernández y el Partido Nacional en el poder proporcionaron protección a Fuentes Ramírez para su narcolaboratorio y sus cargamentos de cocaína.
JOH además le dijo a Fuentes Ramírez que estaba interesado en acceder a su laboratorio de cocaína por su proximidad a Puerto Cortés, un puerto marítimo clave en la costa norte de Honduras que estaba a minutos del laboratorio.
Hernández, entonces presidente del Congreso Nacional, afirmó que el Fiscal General de Honduras ayudaría a proteger las actividades de tráfico de drogas de Fuentes Ramírez.
Juan Orlando le proporcionó a Fuentes Ramírez el número telefónico de su hermano «Tony» Hernández y le dijo que él estaba gestionando actividades de narcotráfico en Honduras.
Fuentes Ramírez estaba emocionado de recibir protección de Juan Orlando Hernández y acordó trabajar con JOH y su hermano para importar cocaína a los Estados Unidos.
Después de las reuniones, Fuentes Ramírez recibió el apoyo de miembros de alto rango del ejército hondureño. Por ejemplo, en varias ocasiones, Fuentes Ramírez llevaba un subfusil verde, que dijo que le fue proporcionado por Orlando Ponce Fonseca, entonces comandante de la 105 Brigada Militar.
Fuentes Ramírez también recibió otro equipo del ejército que incluida una caja que contenía uniformes militares, chalecos antibalas e insignias policiales. La caja contenía una nota que decía «Geovanny Fuentes», con un sello de la 105 Brigada Militar.